En la cocina central del hospital SHG de Völklingen, los platos y los vasos se colocan en el tranportador manualmente; los cubiertos, atraídos por la fuerza magnética, caen sobre su propia cesta de lavado antes de que la bandeja se mueva automáticamente hasta el lavavajilas. De este modo, se transportan 15 bandejas por minuto cargadas con nueve piezas de vajilla cada una (como cubreplatos, platos y cubiertos) mediante la cinta para que puedan usarse en el próximo servicio. Desde abril de 2015, toda la vajilla se limpia simultáneamente en una máquina: HOBART autoLINE. "Originalmente planeamos trabajar con un lavavajillas y un lavador de utensilios para bandejas y cubiertos", explica Jürgen Neumann, trabajador de HOBART en la planificación de proyectos y participante del diseño in situ del sistema de lavado. "Pero en ese momento, se lanzó el autoLINE y fue la opción que convenció finalmente al SHG". Esto quiere decir que el fregadero alberga una sola máquina que limpia todos los objetos y ocupa menos espacio. El factor decisivo para el SHG fue el cálculo de eficiencia económica.
Puede leer más en la edición especial de GVmanager.